Rosquillas tontas de San Isidro
Rosquillas tontas, rosquillas listas, francesas y las de Santa Clara, todas ellas, junto con los churros, son de los dulces tradicionales más famosos madrileños que se comen sobre todo entre el 1 de Mayo y el final de las Fiestas de San Isidro Labrador, patrón de los agricultores y patrón de Madrid.
Aunque actualmente puedes verlas en cualquier pastelería e incluso supermercado de Madrid, la tradición manda comerla en la propia Pradera de San Isidro acompañada de un vasito de agua milagrosa de la Ermita del Santo, al sur de Madrid.
Las rosquillas de San Isidro siempre son horneadas, nunca fritas y hay que trabajar bien la masa antes de formar las rosquillas para que al hornearse se agrieten y queden livianas. De lo contrario quedarán apelmazadas.
Las rosquillas tontas son las que no llevan ningún tipo de cobertura, simplemente se pincelan con huevo o yema de huevo batida y se aromatizan con anís.
Como modo de curiosidad puedo contaros que las rosquillas se hicieron famosas a finales del siglo XIX de la mano de la Tía Javiera, vecina de Villarejo de Salvanés que vendía las rosquillas listas, las recubiertas de un baño blanco y pronto le salieron imitadoras para aprovechar el tirón de las famosas rosquillas.
Todos los vendedores afirmaban ser parientes de la Tía Javiera y debido a ésto se hizo popular una cancioncilla que decía: “Pronto no habrá, ¡Cachipé! / en Madrid duque ni hortera/ que con la tía Javiera / emparentado no esté”.
Ingredientes para las rosquillas tontas (12 unidades):
- 2 huevos
- 60 gr. de azúcar
- 80 gr. de aceite de oliva
- 12 gr. de licor de anís
- 7 gr. de anís en grano
- 160 gr. de harina
Además necesitamos:
- 1 yema de huevo para pintar
- bandeja de horno
- papel de hornear
Preparación de las rosquillas tontas:
Paso 1
Ponemos la mariposa en su posición y echamos en el vaso los huevos y el azúcar. Programamos 5 minutos, velocidad 4.
Paso 2
Añadimos el aceite, el licor de anís y el anís en grano y mezclamos 5 segundos, velocidad 2.
Paso 3
Retiramos la mariposa. Añadimos la harina y mezclamos 30 segundos, velocidad 6. Seguidamente programamos 5 minutos, función amasar. Dejamos reposar 15 minutos.
Paso 4
Precalentamos el horno a 220ºC
Paso 5
Con las manos aceitadas hacemos bolas de unos 30 gr. y de cada bola hacemos una tira larga con ayuda de los manos. Juntamos ambos extremos formando un círculo y presionamos con el dedo para evitar que se abra. Las vamos colocando en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Pincelamos las rosquillas con la yema de huevo batida.
Paso 6
Horneamos 10 minutos a 220º y 10 minutos más a 180º. Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Las rosquillas tontas con secas y son ideales para tomar acompañadas de un buen tazón de café con leche.
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